∞ Samia Gamal ∞
Considerada por muchos como la más grande bailarina de la historia de la Danza Oriental, fue una artista única y de gran influencia para las generaciones posteriores.
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∞ El rey Farouk I la nombró "Bailarina Nacional de Egipto" ∞
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Su verdadero nombre es Zeinab Ibrahim Mahfuz. Nace el 27 de mayo de 1924 en Wana al Qess, un pueblo al sur de El Cairo, donde se traslada a finales de los años 30'.
Empezó su carrera en el casino Badia en 1940. Badia supo reconocer el talento oculto de Zeinab y la hace estudiar ballet, tap, jazz, danza contemporánea y el estilo baladi egipcio propio de la casa.
Así se incorpora a la troupe de bailarinas de Badia como parte del coro. En estos momentos, la estrella del casino es Tahia Carioca. Comenzará una amistad entre ellas que durará hasta el final de sus vidas.
Pronto Badia observará como Zeinab ejecuta todas las rutinas a la perfección incluso liderando al resto en los ensayos y actuaciones, por lo que le dio posiciones de primera línea y su nombre artístico, Samia Gamal. Así comienza su fulgurante carrera como solista.
Samia también asistió a clases de samba, rumba, tango y rock & roll. También tomó clases de ballet de una instructora de ballet extranjero llamada Sonia Ivanova. Es así como Samia empieza a incorporar elementos occidentales y latinos en su danza que harán característico su estilo: giros, arabescos y los movimientos de brazos.
Pero su principal aportación a la Danza Oriental será la introducción del velo en sus rutinas.
Sus primeros papeles cinematográficos fueron como extra. En 1943 se le dio el papel principal en la película “Min Fat Ademoh Tah” que fracasó en la taquilla. Lo que dejó a Samia fuera de la industria del cine algunos años.
Mientras tanto trabajó en su baile, con los mejores compositores, coreógrafos e incluso diseñadores de vestuario, bailando también en el Líbano y Siria. Impone la moda de los tacones altos y también de bailar descalza, después de quitarse los zapatos en una actuación al rompérsele uno.
∞ Samia, la "bailarina de los pies descalzos" ∞
En el casino Badhia, conoce al compositor y cantante Farid al Atrash, encuentro que cambiará sus vidas. Se convertirán en una famosa pareja artística y sentimental. La relación amorosa no durará aunque sí la profesional. En 1947 Samia lo convence para producir la que será su primera película juntos, "Habibi al Omr", comenzando una carrera de éxito en el cine para ambos, Farid produciendo, componiendo y como cantante y actor y Samia como protagonista interpretando todas sus canciones. Este dúo se hizo tremendamente popular entre los egipcios. Samia se hacía cada vez más famosa e incluso viajaba a Líbano y Siria constantemente.
Tras cinco años de amor y éxito, la relación termina. Farid provenía de una familia de la nobleza, por lo que casarse con una bailarina le parecía una deshonra y Samia no estaba dispuesta a dejar su carrera en su mejor momento.
Algunas de sus películas más famosas son: "Ahebbek Enta" (1949), "Alí Babá y los cuarenta ladrones" (1952), "Valle de los reyes" (1954), "Verre del Un et cigarrillo del une" (1955)…
∞ Samia & Farid ∞
Se casa con Sheppard King, millonario estadounidense que se convierte al islam por ella y se traslada a EEUU. Intervendrá también en varias películas francesas y americanas. En una gira por Estados Unidos aparecerá en la revista Life y actuará en varios clubs como el Latin Quarter de Nueva York, en los que va a cosechar un gran éxito.
∞ Samia Gamal en Dallas, fotografiada por Loomis Dean ∞
En 1958, ya de vuelta a Egipto, se casa con el actor Rushdi Abaza con quien tiene una hija. Se retiró en 1972 y no volvió a bailar en público más que durante una breve temporada en 1984. Pese a las múltiples ofertas en Europa y en América para enseñar, Samia se sentía más intérprete que maestra. Su muerte, el día 1 de diciembre de 1994 pasó desapercibida, se dice que la única persona que fue a su funeral, fue su amiga Tahia Carioca.
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| ∞ La Fabulosa Samia Gamal ∞ |
A continuación, algunas escenas de sus películas...
En mi opinión, es la estrella más brillante de su época, y su brillo llega aún hasta nuestros días.
La Danza Oriental sin ella no existiría tal y como la conocemos.
Su expresividad y sensualidad me conmueven cada vez que miro sus vídeos.
Por ello la elegí como portada de este blog.
Gracias, Samia.
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